Veía pasar los minutos tras mis ojos, inmutables como aquellos que se movian lentamente con la frescura matutina, todos se movian, mas yo seguía quieto, taciturno... A ratos me detenía aun mas de lo factible y respiraba.. Mirando incluso el aire como se movía mientras era arrastrado a mi interior... El ritmo estable, hipnótico, inamovible de todo a mi alrededor no lograba seducirme sino mas bien excluirme de todo... Dándome la magia del observador perfecto excluido de todo lo que observa... Luego.. Solo me Levante y me fundí en el flujo.. Como todos... Hasta desaparecer nuevamente.. Otro día...